lunes, septiembre 20, 2010

Cráteres y olvido municipal

La luna en Cobija:

por Guillermo Torres López (*)

La luna es conocida por sus cráteres, que pueden ser observados por telescopios sencillos. Pero, si de conocer cráteres se trata, hay lugares muchos más próximos en la geografía de Bolivia. Uno de estos, es Cobija.
El recorrer en vehículo las calles de esta población fronteriza pone a prueba la memoria de donde se ha visto un cráter en medio de la calle y que exista gente que siga circulando encima de estos monumentos a la ineficacia municipal.
Cobija, actualmente el polo de atracción para la migración interna boliviana, ha logrado pese a su explosivo crecimiento, el dotarse de una red de calles, que rematan en rotondas. Es el trazo de la calle y circulo de la esquina lo que da la fisonomía especial a esta ciudad en medio de la amazonía, que comparte en gran medida la cultura brasileña, gracias a que sólo la separa un río del país vecino, pero difiere en el nivel de desarrollo, lo que salta a ojos vista, sobre todo en el mantenimiento vial, palabra desconocida para las autoridades pandinas.
Agujero tras agujero, uno puede recorrer la ciudad, preguntándose como es posible que un bache tome las proporciones gigantescas de los baches en Cobija que asemejan verdaderas piscinas, sobre todo después de un aguacero torrencial, cual es normal en la selva boliviana.
Hay calles donde el pavimento está reducido a pequeños espacios, que permiten a los miles de motociclistas lucir su habilidad circense, ya que deben hacer pruebas de equilibrio, audacia y temeridad para poder circular evitando baches que alcanzan los dos metros de circunferencia y ya llegan al medio metro de profundidad.
Se ignora cual será el motivo para que la administración edilicia no haga nada para poner fin a este calvario de automovilista y motoristas, amen de los peatones que deben hacer piruetas para cruzarlos.
Mientras la indiferencia de la alcaldía para con estos cráteres es evidente, se puede observar funcionarios municipales que en grandes grupos están dedicados a las áreas verdes, o cortando maleza.
Pero, parece que para el gobierno municipal, los agujeros de las calles de Cobija, son un atractivo más para un posible turista, que verá en estos forados públicos, un símil con la luna u otro planeta extraño.

(*) El autor es periodista, abogado y sufrido conductor

3 comentarios:

terciopelo dijo...

No sólo en Cobija abundan los agujeros. Un día de estos le envío fotos de mi pueblo, y seguramente verá que la competencia en este aspecto es sumamente dura.

terciopelo dijo...

Alguna vez escribí artículos para una revista Local. Usted permitiría que publicara algo de esto en su blog?

Guillermo Torres López dijo...

Terciopelo, adelante!!!
Como el blog tiene una clave, pásamelo a gtorreslopez@hotmail.com
y yo lo subo al blog. si el material, es interesante puedo publicarlo en el periódico Sol de Cobija? que circula en la amzonía boliviana?
Gracias